26/4/10

Mirada Cruel

- Demasiado tiempo me debatí en la añoranza, con la mirada clavada en la lejanía, demasiado tiempo permanecí en la soledad, así que ya no se callar.
- El hombre que me ame hará poesía con su vida, construyendo cada día con la mirada puesta en el futuro.
- Tengo una atmósfera propia en tu aliento, la fabulosa seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas, con su propio lenguaje de semilla.

Dolor, amargura y contratiempos configuran un destino. un atardecer decadente en el tiempo. El atardecer tiene que caer con todo el peso de sus colores chamuscados, aunque para ello pida el regazo infinito de un tiempo propio que le da una chola. Pero, ¿quién mira, quién narra, quién organiza la conciencia de los personajes de La Chaskañawi.

El carácter problemático de esos valores «no sólo se da en la conciencia del héroe sino en la del autor, porque la novela es al mismo tiempo una forma biográfica y una crítica social , aspectos que también se pueden leer en los ensayos críticos. Así, con la autoridad celestial de un Dios que siempre celebró la creación.

la vida, desde el principio es como una novela, si bien es una conciencia de la búsqueda del reencuentro, o de aquellos pasos que desean transitar la memoria, es fundamentalmente la conciencia de la pérdida y del vacío, de los pasos evaporados en el tiempo crepuscular.

Una modernidad atrasada y distorcionada en el reconocimiento del otro, porque sus actos están gobernados por la mirada mutilada a una modernidad propia. Esta vivencia hace de él un huraño, un reconcentrado, tímido. Su estructura interior es el signo de la soledad; un fantasma sin cuerpo que habitar, sin voz y sin palabra que enunciar. Esa modernidad mutilada es una práctica cultural desfasada del sentimiento cósmico de la tierra andina. «Por eso hay un cósmico divorcio entre mi alma -que es de otra parte- y el paisaje que me rodea, que yo no puedo sentir, y menos vivir de acuerdo a él»

El recurso a un paisaje extraño a la identidad nacional, la negación del sujeto ancestral encarnado en el paisaje, ¿no ha prefijado la obsesión nacional de querer ser aquello que jamás pudimos ser -occidentales- siendo irremediablemente aquello que jamás pudimos desarraigar. Por eso, cabe decir, Bolivia no es una nación, porque no sentimos el paisaje nativo.

Sentir el paisaje en su historia, en sus hombres, en sus prácticas culturales, es hacer de la memoria andina el horizonte cotidiano de nuestras vidas y de nuestra literatura. «Arguedas ha visto al indio con un prejuicio europeo, con un prejuicio étnico y con un prejuicio de clase»

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me fascinas milycha, te quiero

isaac dijo...

hasta q encontre tu blog !! muy nonito MUCHOS EXITOS!!

Anónimo dijo...

FELICIDADES ELKY, UN RAMILLETE DE BESOS, JOSE

MUJER LUCHADORA

MUJER AMADA, LUCHADORA, EMPRENDEDORA, CAPAZ DE TODO En el día de la mujer y todos los días saludar a todas las mujeres sin discriminació...