ORACIÓN
A SANTA CECILIA
(Patrona de los músicos)
Señor,
Dios Nuestro,
que has derramado abundantes dones celestiales
sobre SANTA
CECILIA, Virgen y Mártir;
concédenos imitar en la tierra sus virtudes,
para que
también podamos gozar
en su compañía las alegrías de la gloria.
Señor, que el
triunfo de esta mártir nos llene de esperanza,
aumente el vigor de nuestra fe
y
nos consuele en la corteza
de que ella interceda por nosotros.
Por Nuestro
Señor Jesucristo.
Amén
Santa
Cecilia de Roma
La historia sobre Cecilia que fue una musicóloga que alaba a Dios, para entonces tuvo que pasar más de mil años para que Cecilia fuera
proclamada patrona de la música. En el
año 1594 el papa Gregorio XIII la canonizó y le dio
oficialmente el nombramiento, por «haber demostrado una atracción irresistible
hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y
apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música».
A través de los siglos, la imagen de Cecilia permanece venerada por la
Humanidad, establecido el día 22 de noviembre, «Día de la Música», como el
«día de su muerte» o «día de su nacimiento», que significa «para la eternidad».
Desde el siglo XVII en Francia, Italia y
Alemania se celebraba su día con festivales musicales. El «Día de Santa
Cecilia», quien hasta hoy, participan los más grandes connotados compositores,
poetas y músicos del mundo.
Hoy la Iglesia Católica conmemora el 22
de noviembre, la muerte de Santa Cecilia, una mujer joven de familia noble que
falleció entre el 180 y el 230 de nuestra era, después de ser torturada por su
conversión al cristianismo.
Cuenta la historia de ese entonces el prefecto Almaquio,
quien perseguía a los cristianos que ofrezcan sacrificios a sus dioses, al
visitar a Cecilia discutió detenidamente, lo cual sale enfurecido y manda a
torturarla, de ver, que no le pasaba nada, mandó al soldado a decapitarla
descargando tres hachazos en su cuello dejándola en el suelo que agoniza entre
la vida y la muerte, aun, con su fortaleza, ella vive por tres días, legando al
Papa Urbano su amigo, su casa que alaben a Dios y velaran por sus servidores.
Los
argumentos de su historia se conocen gracias a la aparición de unos textos
llamados ‘Actas del martirio de Santa Cecilia. En ellos se indica que la joven
se convirtió al cristianismo y que sus padres la casaron con un joven noble
pagano al que, en la misma noche de bodas, la novia hace saber que se ha
entregado a Dios. Con esto le decía que guarda su virginidad para Él y que ésta
es custodiada por un ángel, como es natural, el extrañado novio Valeriano
quiere ver lo que le decía, y Cecilia le convence de que sólo se le aparecerá
si se bautiza, cosa que acaba por suceder y el hombre acaba convertido a la fe
de su amada esposa.
El diálogo, según la tradición, transcurrió así:
Cecilia: Tengo que comunicarte un
secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por mí. Si me tocas como si
fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias; en
cambio, si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí.
Valeriano: Muéstramelo. Si es realmente
un ángel de Dios, haré lo que me pides.
Cecilia: Si crees en el Dios vivo y
verdadero y recibes el agua del bautismo, verás al ángel.
Valeriano obedeció y fue al encuentro
de Urbano, el papa lo bautizó y Valeriano regresó como cristiano ante Cecilia.
Entonces se apareció un ángel a los dos y los coronó como esposos con rosas y
azucenas. Cuando Tiburcio, el hermano de Valeriano, se acercó a ellos, también
fue convertido al cristianismo y a partir de entonces vivió con ellos en la
misma casa, en completa pureza.
Santa
Cecilia fue dibujado por el escultor Stéfano Maderno (1576-1636) cuando abrieron
las catacumbas, vio sus restos incorruptos, tal cual el escultor la esculpió en
mármol jaspeado, como si estuviera durmiendo. La santa, se encuentra colocada bajo un baldaquino dentro de la iglesia. Cecilia
lleva en la cabeza un tocado que muestra su condición de noble romana.
feliz día de Santa Cecilia, que ruega por todos los músicos, ante nuestro Señor Jesucristo. vivamos en comunión y alegremonos por la gracia de Dios que existe en nuestro corazón.